Las palabras lechuga y ensalada son prácticamente intercambiables, ya que la mayoría de las ensaladas se hacen predominantemente con las hojas verdes y crujientes de la lechuga. La mayoría de las variedades de lechuga exudan pequeñas cantidades de un líquido blanco y lechoso cuando se rompen sus hojas. Esta "leche" da a la lechuga su sabor ligeramente amargo y su nombre científico, Lactuca sativa, ya que Lactuca deriva de la palabra latina leche.

Beneficios para la salud

Todas las lechugas son una buena fuente de clorofila y vitamina K.

La lechuga es muy buena para los que hacen dieta porque es muy baja en calorías.

La lechuga es una buena fuente de hierro, que es el elemento más activo del organismo, por lo que debe reponerse con frecuencia para satisfacer cualquier demanda repentina del cuerpo, como la rápida formación de glóbulos rojos en caso de grandes pérdidas de sangre.

El contenido de magnesio de la lechuga tiene un poder vitalizador excepcional, especialmente en los tejidos musculares, el cerebro y los nervios.

El zumo de lechuga combinado con el de zanahoria y espinacas es muy útil para mantener el color normal del cabello.

La lechuga es beneficiosa en el tratamiento del insomnio ya que contiene una sustancia que induce al sueño.

La lechuga también puede ayudar a tratar los siguientes problemas: indigestión ácida, anemia, artritis, catarro, problemas circulatorios, colitis, estreñimiento, tos, diabetes, gastritis, gota, insomnio, intestino irritable, obesidad, adicción sexual, estrés, tuberculosis, úlceras y enfermedades del tracto urinario.